Por Chemi Hitos, Actor y especialista de cine.
El miedo escénico es algo natural que le ocurre a toda persona que se sube a un escenario o se coloca frente a un público. Como cualquier cosa a la que uno se habitúa, con el tiempo el miedo escénico va desapareciendo o al menos haciéndose más pequeño. El proceso de normalizar esta situación puede ser más o menos largo dependiendo de cada uno. Es por ello que a continuación daré unas claves que, en mi experiencia personal, me han ayudado a enfrentarme al miedo escénico.
Por supuesto no hay trucos universales, cada persona tiene sus propias estrategias y herramientas que le sirven a la hora de ponerse frente a un público.
- Concéntrate en tu respiración
Esto es algo que en general suele servir para relajarse de casi cualquier situación, pero a la hora de actuar, sirve mucho más porque no solo te ayudará a combatir el miedo escénico, sino que, además, te ayuda a actuar de manera más natural y relajada. Cuando estamos encima de un escenario o delante de un público o entre bastidores apunto de salir a escena, es normal que nuestro pulso se acelere y nos pongamos nerviosos, lo que normalmente conllevará a una respiración más agitada. Sabiendo esto, debemos poner especial atención a esa respiración y regularla. Llevar la atención a la acción de respirar provocará que otros factores externos, como el público, las luces, el niño que llora, o las personas que nos están mirando fijamente pasen desapercibidas, porque nuestro foco de atención está en la respiración.
- ¿Imaginarse a todo el mundo desnudo?
Esto es algo que si no habéis leído en algún sitio alguien os ha dicho alguna vez. Personalmente creo que si te sirve lo puedes utilizar, pero para mi es una situación imaginaria cualquiera que a ti en concreto te sirva para quitarte presión. Por lo tanto, este consejo popular habría que cogerlo solo y cuando para ti sea algo eficaz, y en el caso de que este recurso no nos sea útil, siempre se puede trabajar con otra situación cualquiera.
Otro ejemplo de situación imaginaria es sustituir al público por cualquier otra cosa que a ti en tu cabeza te relaje. Igual que los puedes imaginar a todos desnudos, puedes imaginar que toda tu audiencia son perros o gatos, que te observan con atención y admiración, esperando tu siguiente movimiento o palabra.
- Practica fuera del escenario
El miedo escénico se da, entre otras cosas, por la falta de costumbre a estar siendo observado por un público. Un buen ejercicio para superar esto es, dentro de situaciones controladas y no excesivamente alocadas, realizar juegos, improvisaciones y crear momentos en espacios públicos que llamen laatención y acostumbrarse a recibir ese foco. Esto puede ser beneficioso no solo para superar el miedo escénico sino para romper ciertas barreras de vergüenza, pudor y prejuicios que tenemos sobre nosotros mismos cuando nos están viendo desde fuera. Es fundamental quitarnos importancia y entender que todas las personas tenemos defectos y que la mayoría de veces, no son tan importantes.
- Cosas que hacer antes de entrar a escena
A parte de respirar como hemos mencionado en el punto uno, es importante que como actriz o actor encontremos una rutina, física o mental que nos haga entrar al escenario sin miedo. Esto va desde dar tres vueltas en el sitio, cantar una canción en tu cabeza, o repasar la lista de la compra, de tal manera que el miedo se vea tapado por otras sensaciones que te provoquen lo que realizas.
Un ejemplo que le vale a muchas actrices y actores, es el cansancio. Cuando realizas una actividad física que te fatiga, el miedo se ve camuflado y se trabaja más cómodo y con menos tensión, porque ya se ha descargado esa tensión en la actividad física. Por supuesto quizá antes de entrar a escena tenemos un margen muy pequeño de tiempo, y no nos da para tanto, pero si entrenamos al cuerpo y la mente para estar en un estado de calma, cuando hacemos ciertas acciones, finalmente podremos alcanzar esa calma en pocos minutos.
- Piensa en el público como alguien cercano
Como último, una clave para perder el miedo en escena, ya sea para actuar o para hablar en público, es entender que la gente que te está viendo, por norma general ya ha aceptado un convenio de roles, en el que ellos escuchan/observan y tú haces y hablas. Y ellos están ahí para eso. Por lo tanto, relájate, conversa con ellos y disfruta de su compañía. Como actriz o actor tú eres un medio a través del cual el público entiende una escena, recibe un mensaje o una serie de estímulos propuestos por la obra, por lo tanto, es mejor entender al público no como un juez que valorará tu interpretación, si no como compañeros de viaje, que viven la experiencia contigo.